jueves, 16 de mayo de 2013

Modelo de Sustitución de Importaciones en México


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Guion oral del vídeo acerca del Modelo de Sustitución de Importaciones


Se puede afirmar que el proceso de industrialización de México ha sido orientado por las medidas de política económica, adoptadas en su momento por el gobierno federal. Durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas, el panorama empezó a cambiar para la economía de México, aunque la real transformación comenzó a partir de 1940, generándose un proceso que llevó al país de una economía predominantemente agrícola a una industrial, lanzándolo así a una nueva etapa.
En el caso de la política de sustitución de importaciones, debe señalarse que ésta surgió como consecuencia de la segunda guerra mundial y, en menor medida, de la gran depresión, y también surge por los problemas de la balanza de pagos de los países subdesarrollados y su deseo de industrializarse. Al comenzar la Segunda Guerra Mundial y particularmente al finalizar ésta, el gobierno reorientó el proyecto de desarrollo nacional dando lugar a una estrategia de industrialización que se le conoce como: El modelo de sustitución de importaciones, que trata de sustituir los artículos manufacturados de procedencia extranjera, que hasta ese momento habían satisfecho el consumo local, por artículos de la misma naturaleza fabricados por la industria nacional.

Fue adoptado en los años 40´s bajo el sexenio de Manuel Ávila Camacho esté modelo fomentó inicialmente el crecimiento de la industria ligera productora de bienes de consumo no duradero, que se convirtió en el eje de la acumulación de capital. De esta forma, se desarrolló una industrialización que los analistas del periodo denominaron "auto centrada" (o hacia adentro). El gobierno mexicano apoyó con subsidios y medidas proteccionistas esa industrialización. La inversión pública dio prioridad al sector industrial, al cual destinó casi 30% del presupuesto público de ese periodo, marginando a la agricultura. Durante esté sexenio, y con la finalidad de impulsar la industrialización en México se crearon algunos organismos como: Sosa Texcoco, S.A. (1940); el IMSS (1942); Altos Hornos de México, S.A. (1942); Cobre de México, S.A. (1943); Guanos y Fertilizantes de México, S.A. (1943); y también se reorganizo NAFIN (Nacional Financiera), con el fin de apoyar al proceso de industrialización y revitalizar el aparato productivo del Estado, con el fin de beneficiar a la iniciativa privada del país.

Durante el sexenio de Miguel Alemán Valdés se siguió impulsando a las empresas privadas, nacionales como extranjeras, en este sexenio se incrementaron las obras de infraestructura en nuestro país, sobre todo caminos y puentes. en la década de los 50´s, surgió una fuerte actividad industrial de pequeñas y medianas empresas.

En 1955 se promulgó la Ley para el Fomento de las Industrias Nuevas y Necesarias, cuyo ordenamiento permitió que se estableciera un importante número de empresas industriales  fundamentalmente medianas y pequeñas, y que un gran número de talleres y artesanías se transformaran en pequeñas empresas. Para esto el Estado instituyó mecanismos de carácter financiero para poder responder a la demanda de créditos de las pequeñas y medianas empresas de tipo industrial, creando un rápido proceso de expansión y diversificación de la rama industrial en nuestro país.

Lo antes mencionado constituye la primera etapa del Modelo de Industrialización Sustitutiva (1940-1955). Que se tradujo en una política económica orientada a promover la expansión y desarrollo industrial en México.



Consecuencias del Modelo de Sustitución de Importaciones

Si bien es cierto que durante esos años se vivió una etapa de bonanza en algunas regiones agrícolas, principalmente del norte y noroeste de la república, alcanzando la anhelada autosuficiencia alimentaria en el país, la realidad fue que se privilegió sólo a una parte de los productores. Fue así como los distritos de riego más capitalizados resultaron favorecidos, mientras que se marginó al sector mayoritario del campesinado.
Las consecuencias de esta nueva política no se hicieron esperar: en corto tiempo se presentó un vertiginoso desplazamiento de la mano de obra agrícola hacia las zonas urbanas, y una fuerte emigración hacia el vecino país, con lo que se hicieron evidentes las repercusiones que el cambio de rumbo provocó sobre el empleo agrícola.

Para fortuna de nuestra economía, durante esos años se firmó un convenio entre los gobiernos de México y Estados Unidos que permitió la contratación legal de trabajadores mexicanos en el vecino país y fue conocido como programa de braceros. En cierta forma este convenio sirvió para paliar la demanda nacional de empleo al permitir la internación legal de miles de mexicanos hacia Estados Unidos.
 A fines de los años cincuenta y principios de los sesenta se presentó un fuerte estancamiento de la economía mexicana, por lo cual se decidió impulsar la industria pesada del país, desplazando a la industria menos rentable (que era fundamentalmente la nacional). También en este rubro hizo acto de presencia la inversión extranjera de manera importante.

Se reforzó la intervención del Estado en apoyo al crecimiento industrial, se aplicaron medidas para controlar la inflación, y se estableció un tipo de cambio fijo como forma de subsidiar la producción del sector privado y el consumo suntuario de los sectores de mayores ingresos. La economía se estabilizó y el PIB creció hasta 6% en la segunda mitad de los sesenta. Para lograrlo se aplicó una política de contención salarial: solamente los trabajadores ocupados en las industrias más dinámicas, como la automotriz, la siderúrgica y la metal mecánica, pudieron percibir una recuperación en sus salarios, mientras que las mejoras salariales para los sectores ocupados en la industria tradicional y la agricultura se vieron truncadas.